18 de Diciembre del 2008
“Había una vez un osito que comió mucho
chocolate, le dolió la panza y entonces
decidió comer poquito chocolate. Fin”
Patético, fue lo único
que pude escribir para mi clase de literatura, ¡Pero que rayos tengo en la
cabeza! Podría inspirarme viendo las libretas de mis compañeros pero mis ojos
no lo permitirían, ni siquiera puedo ver el pasillo a través de la ventana, me
gustaría poder hacerlo así podría disfrutar del cielo gris, por suerte hoy
salimos temprano y valla que lo espero con ansias, así podre saber que me darán
en el intercambio de regalos, ojala que no sean galletas rancias como el año
pasado, odio que me pase eso, me esmero con mi regalo y ¿Qué recibo? Una bolsa
rota con galletas de animalitos de la navidad pasada, aun que al menos fue algo,
no como en años anteriores que nadie me dio nada, me pregunto ¿Cómo será el
primer regalo verdadero que reciba? Pero más importante aún ¿Cómo se sentirá
tener a alguien que quisiera obsequiarme algo? sin el compromiso de ser un
intercambio, claro.
-¡Hey! ¡Alba! Deja de
estar viendo las moscas en la ventana otra vez ¿Qué no escuchas el timbre?
-Claro que lo escuche
Sofía solamente estaba pensando en que me darán este año, veo que traes una
bolsa grande.
-¡Oye! ¡No seas
fisgona! Es una sorpresa, por cierto ¿Ya entregaste tu cuento?
-Creo que no podré
hacerlo, mi mente está totalmente en blanco.
-De cualquier manera
el profesor ya se fue.
-¿A qué hora haremos
el intercambio?
-¡Hagámoslo ahora!
–Dijo Laura-
Al final todo salió
bien, algo diferente de lo que yo esperaba, Laura me regalo unos chocolates
caros, lástima que me duele el estómago para comerlos ahora, aunque creo que uno
no me caería tan mal. El cielo sigue gris, pero aún tengo tiempo de sobra para ir
a ver a mis hermanas antes de que llueva, su escuela no está muy lejos de aquí.
-Carlos vendrá hoy por
mí, espero que no te moleste irte sola -Dijo Sofía-
-No te preocupes, no me
molesta, ¿irán a algún lugar?
-Dijo que sería
sorpresa.
-Está bien, diviértanse.
Hoy es un día triste
para caminar sola, es el último día de clase, oficialmente ya son vacaciones, estoy
en la salida de la escuela ¿Por qué parece que todos tienen novio? Debó
ser la única persona en la preparatoria
que se va caminando sola. Genial, lo único que faltaba, una llovizna, me daré
prisa, voy justo pasando por el hospital
odio esta calle, esta tan inclinada que no se ve su fin, lo único que se ve es
el semáforo en la esquina, otra vez están aquí los traga fuegos y también
“ella” parada justo en la otra calle, no entiendo por qué me ve de esa manera,
ya ni siquiera salgo con Matías, a decir verdad ni si quiera salíamos, y un día simplemente me dejo de hablar y después
me enteré de todo, todo era un engaño, al final fui su novia solo por una
apuesta entre él y su amigo, y lo entiendo, ¿Quién se fijaría en alguien como
yo? Nadie, por eso camino sola, ocurrió lo mismo en la secundaria, me enamoraba
de alguien y ese alguien me decía –Estas bonita, pero no eres mi tipo- o
simplemente me quedaba callada esperando a que “ese alguien” yo le gustara,
creí que entrando a la preparatoria sería diferente, “ese alguien” me volteo a
ver, y fui feliz por menos de un mes, me creí todas y cada una de sus palabras,
y al final resulto una farsa, ¡Que complicada es la vida! Una persona intenta
querer a alguien, enamorarse, pero simplemente no encuentra a nadie, al final
ya me acostumbre a estar sola.
Casi llego a la
escuela de mis hermanas, me queda de paso el jardín principal, las fuentes casi
se desbordan con la llovizna.
-¡Alba!-
Alguien grita a lo
lejos. Volteo a los lados en busca de esa voz, me suena familiar.
-Alba, aquí-
Grita de nuevo
agitando los brazos sentado sobre una jardinera. Me acerco a él.
-¡Hola! Omar-
No veo a mi tío desde
la última vez que visitamos a mis abuelos, mi tío es un año mayor que yo y nos
llevamos bien, de vez en cuando salimos. Me siento junto a él y su amigo, no vi
a su amigo desde lejos.
-¿Por qué traes un
regalo? ¿Te lo dio tu novio?- -Pregunto Omar-.
-No, ja ja ja no tengo
novio, me lo dieron en el intercambio que hicimos entre amigas.
-Ah Ok, y ¿Qué es?, -fisgoneando
mi bolsa de regalo-.
-Chocolates ¿Quieres
uno?-
Intento sacar unos
chocolates, su amigo se ve serio, está escuchando música, y no noto mi
existencia, ni siquiera me volteo a ver, logro sacar dos chocolates, le doy uno
a mi tío, seré amable.
-Dale uno a tu amigo-
Le doy el otro
chocolate, mi tío se lo queda, y me ve con cara de ¡No se lo daré! Entonces le
doy una palmada en la pierna.
-¡Dáselo!-
Omar intenta llamar la atención de su amigo
golpeando su brazo –Ten-
Su amigo voltea en
dirección de Omar y yo, y distraídamente dice -¿Eh?-
Decido mirarlo a los
ojos para conocer como es, en ese momento nuestra mirada se cruza sus ojos ven
los míos, puedo ver un vacío en ellos que llega hasta su interior, mi corazón
se detiene por un momento, aguanto la respiración, olvido que me dolía el
estómago, me olvido de la existencia del mundo entero, en realidad el tiempo es
el que se detiene, creo que solo existimos tu y yo.
¿Crees en el amor a primera vista? Yo no creía
en él…